Una historia con bendición
- Andrea-Maria-Paula
- 10 nov 2018
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 21 nov 2018
Marcaban las siete de la mañana, María Fernanda y, Paula esperaban al frente del parque de Venezuela a su compañera Andrea, imposible no sintieran desesperación ya que a esa hora debían haber emprendido el viaje al municipio de Galapa

Llegaron al municipio de las artesanías faltando un cuarto de hora para las ocho de la mañana, pérdidas porque era primera vez que visitaban el pueblo. Sin conocer a las personas de la población decidieron tomar la estadía como una aventura más en sus vidas, una motocicleta de varios puestos seria quien las llevaría por la travesía, de varias paradas maravillosas de museo y artesanías, pero sin saber se encontrarían una historia como caída del cielo.
Gary Palacios era el nombre de la persona que amablemente nos recibió en su mototaxi y con una sonrisa muy radiante, nos llevó a el lugar que buscábamos para hacer la investigación sobre las artesanías. Parecía saber de qué se trataba nuestra visita en el lugar, ya que nos propuso esperarnos y hacer el recorrido completo con él, no lo dudamos ni un momento, ya que solo sus ojos brillantes inspiraban esa confianza que ya en esta época muy pocos inspiran.
Eran tres artesanos los que queríamos visitar, pero además conocer la vida de una persona emblemática del municipio y mientras recorríamos este bello pueblo pensábamos y buscábamos opciones de personas representativas del lugar.
Pero en medio de encontrar esa respuesta ese hombre humilde que nos llevaba de un lado a otro, hizo un comentario suelto que nos atrapó. Dios no avergüenza a sus hijos, el siempre mira al humilde de cerca y al altivo de lejos y solo preguntamos el ¿por qué había exclamado esta frase? A lo que jocosamente respondió que siempre se le encuentran solución a cualquier situación que se nos presente.
El hombre no paraba de hablar, pero en medio de su intervención decía cosas que te hacen reflexionar; era un hombre que había pasado por situaciones que tal vez eran de avergonzar, humillado, pero con ideales claros y era ser feliz, así mismo y a su familia.
Con una voz llena de orgullo y satisfacción nos contaba que hacían unos meses atrás su casa era tal cual como las del resto del barrio, casas de invasión hechas de retazos de madera, de piedras y hasta de barro, con calles llenas de hueco y piedras, con necesidades precarias e higiénicas y con un aspecto muy pobre y muy humilde. Seguimos avanzando viendo, viendo casa por casa, hasta que llegamos a una que nos sorprendió, hablar de cada uno de los sentimientos que en ese momento se sentían era inexplicable, íbamos en esa moto bajando la loma más estrecha de nuestras vidas, con niños jugando a la pelota en las calles y con casas que te hacen pensar y agradecer las oportunidades y bendiciones con las que naciste.

Pero para este hombre pensar y agradecer el insulto e humillación de una vecina y su hermano fue el concejo más radical que lo hicieron doblar rodillas ante Dios y le pedirle a este que lo ayudará a construir la mejor casa del barrio la Inmaculada etapa dos, no fue fácil empezar a construirla ya que es el único ingreso económico en su familia, pero como repitió en varias ocasiones Dios desato nudos que el hombre no hubiese podido hacer.
Poquito a poquito fue levantando en muros de concreto y en paredes de ladrillo su nueva vivienda y hoy da testimonio de esto, ya que el tiempo es perfecto y cuando actúes conforme y con humildad Dios te pone felicidad y las cosas que añoran.
Al llegar a su casa y vimos todo con un poco de temor ya que era un terreno desconocido, entramos y nuestras miradas se enfocaron en un cartel que estaba colgado en la pared, algo raro para una casa común. El cartel era un recuerdo fotográfico de su antigua casa, lo quería para que día a día al levantarse se acordara de lo muy bueno que ha sido Dios con el.

Hoy en día, este hombre trabaja en una motocicleta para llevar el sustento diario de su familia, es un hombre feliz que sueña con darle
una buena educación a sus hijos y que estos no vivan las mismas situaciones que él vivió alguna vez.
Es imposible no conmovernos con esta historia que sentimos no buscar a alguna persona emblemática, ya sea en un arte o relevancia en la sociedad Galapera, este hombre verdaderamente cuenta una historia que lo más probable es que ningún otro con títulos y dinero pueda contar
.
Se trata de la magia que transmite cada uno de los rincones de su casa y de sus palabras de agradecimiento con Dios que bien resalta con el mensaje que una de sus paredes sostiene…
Colombia travel http://www.colombia.travel/es/a-donde-ir/caribe/barranquilla/actividades/descubre-las-artesanias-de-galapa
El Espectador https://www.elespectador.com/noticias/medio-ambiente/galapa-puerta-del-caribe-articulo-522407
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